JUNIO:
Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Invitamos a
todas las familias a unirse diariamente a rezar juntos delante de una imagen
del Sagrado Corazón que tengamos en un lugar especial de nuestra casa.
Señor
Jesús, con alegría renovamos la consagración de nuestra familia a tu Sagrado
Corazón. Sé hoy y siempre nuestro guía, el protector de nuestro hogar, el
centro de nuestros corazones. Bendice nuestra familia, nuestra casa, a nuestros
vecinos, parientes y amigos. Ayúdanos a cumplir fielmente nuestras
responsabilidades y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras
esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones. Danos fuerza,
Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecerte todos
nuestros actos.
Que la
misericordia esté presente en nuestro hogar y en nuestra comunidad. Queremos
ser instrumentos de paz y de vida. Que nuestro amor a tu Corazón compense, de
alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor
de quienes no te conocen,
te
desprecian o rechazan.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
“BICENTENARIO
DE LA INDEPENDENCIA ”,
mensaje de los obispos argentinos
CONGRESO EUCARÍSTICO
NACIONAL - TUCUMÁN
Nos unimos en oración a este gran
acontecimiento de la Iglesia
en Argentina.
Jesucristo, Señor de la historia te
necesitamos.
Tú
eres el Pan de Vida para nuestro pueblo peregrino.
Concientes
de tu presencia real en el Santísimo Sacramento
te
alabamos y adoramos, te celebramos y proclamamos,
te
recibimos y compartimos.
En el bicentenario de la independencia
de nuestra Patria
agradecemos tu presencia
constante en nuestra historia,
pedimos tu gracia para forjar el
presente guiados por tu Evangelio.
Ponemos en tus manos nuestro futuro
con esperanza y compromiso.
Con la alegría que nos da tu Palabra
salimos al encuentro de todos los argentinos, sin excluir a nadie, para gestar
juntos una cultura del encuentro en la Patria , siendo auténticos discípulos misioneros.
Con nuestra Madre, la Virgen María , y
unidos a los santos que son nuestros modelos nos ponemos en camino dejándonos
conducir por la Providencia
del Padre y animados por el fuego del Espíritu Santo. Amén.
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